lunes, 23 de junio de 2008

Ecce Hommo, eh aqui el niño

Gracias a los historiadores podemos saber de la vida y obra de grandes hombres y mujeres, Federico Villareal fue uno de ellos, tu más que yo hipócrita lector, sabes lo grande que fue..o no?

Gracias a Dios que soy ateo y que aun existe chicos como David Pimentel, llevo algunos años en la facultad de derecho de la PUCP y no conosco a tantos, que puedan pensar asi, a continuacion una carta abierta de un "chibolo" de 15 años, que responde a una pregunta mia hecha no mucho despues de esta notable respuesta.

( el siguiente escrito es propiedad intelectual de David Pimentel Segura)

Sobre educación, responsabilidad y otras huevadas

“Si hubiera salido a mi mamá sería un desastre…
Si hubiera salido a mi papá sería un desastre
salí como salí y soy un desastre”

Dentro de unos meses, si mi cerebro y los otros 1500 “proyectos de algo” lo permiten, pasare a formar parte de esa “elite” que la sociedad llama universidad, esa minoría compuesta por no más del 5% de la población joven en el país. Esto me pone una fuerte mochila en la espalda, tendré que cargar con la responsabilidad de aspirar a que ese 5% se convierta en un 100%, la responsabilidad de dejarle algo a las personas con mis estudios “superiores” como herramienta. Tendré, además, la responsabilidad de portarme a la altura de las expectativas del resto, en otras palabras, alguien que no tiene lo que tu tienes lo haría mejor si estuviera en tu lugar.

Juan vive en Villa El Salvador, ha terminado el colegio este año en los primeros puestos de su promoción , es el orgullo de don Jesús y doña Rosa, Juan sabe que el trabajo de panadero de su papá no le permite aspirar a educación superior y su padre sabe y ve con tristeza y cólera como el talento de su hijo se ve opacado por la situación. Juan decide postular a la San Marcos. Habiendo terminado en los primeros puestos de su promoción Juan intuye que no será difícil. Juan no tiene plata para meterse a una academia o a algún grupo de estudios que lo prepare. Un día Juan ve caminando a un grupo de pre-universitarios, hablando de su última reunión, de sus últimos “agarres”, de sus planes a futuro que sólo incluyen lo estrictamente carnal. Juan siente pena. Juan repasa sus cuadernos viejos del colegio, es su única forma de prepararse para el examen. Llega el examen. Nadie le había dicho a Juan nunca antes, que ese día la San Marcos iba estar tan llena y que el examen iba estar tan difícil, para su mala suerte, su colegio de fachada celeste con un código numérico en la fachada no lo preparó bien para un examen de admisión. Las tijeras y el peluquero podían esperar, y esperarán quizás para siempre. Juan no la hizo.

Juan pertenece a esa gran masa de peruanos jóvenes que no tienen nada que hacer, y lo más triste es que ese “nada que hacer” es en la forma más literal que existe… En los siguientes meses Juan empieza a trabajar en una empresa de transportes o algo así. Será asesor del área de seguridad de la empresa, ¿algo más claro?...wachiman.

Me pregunto, ¿Cuántas personas realmente querrán cambiar el país? Más allá de los sueños medio hippie de todo adolescente de conseguir la paz mundial y “peace and love” y todas esas monerías pasajeras. ¿cuántos se pondrán a pensar que si Juan estuviera en su lugar lo haría mucho mejor?, y Cuántos se preguntarán si servirían para cuidar una empresa de transportes sacrificando el sueño, la integridad y en muchos casos, la vida. Sí, Juan murió

Dentro de siete meses, sabré si mi destino dibuja un año nuevo divirtiéndome en alguna playa del sur o me dibuja durmiendo sobre libros, eso solo lo sabe nadie. Podré estar adentro. O estaré como Juan, odiando a los que están adentro y viven como si estuvieran afuera.
Lo veo en la realidad, lo veo en mis amigos, lo veo en el camino hacia el colegio, lo veo en mis conectados y no conectados, lo veo en mi camino de regreso a casa, lo veo en conversaciones tan sencillas como “oe y ya sabes qué vas a estudiar. Sí, Administración de negocios internacionales. Manya y ¿cuál es la diferencia entre un negocio nacional y uno internacional?. Ummm, que un negocio nacional es entre un peruano y otro peruano y uno internacional es entre un peruano y un gringo.” O lo que es peor lo veo en el clásico “¡NO SE QUE VOY A ESTUDIAAAAAR!” ,lo veo en todas partes y la verdad, no me sube mucho el ánimo, las personas no están preparadas para ser ese gran cambio que necesita un país como el nuestro.

Si haces una encuesta con una pregunta como:

¿qué esperas lograr como profesional?
a) dinero
b)desarrollo
c)la paz mundial
d)tener una bonita casa
e)que mi viejo me deje de decir vago

Fácilmente, la B quedaría relegada a la minoría, mis contemporáneos han sido victimas de la fiebre del Monopolio, ese tío Sam que todos queremos ser, queremos casas y hoteles en el Paseo Tablado para salir de esta poco ostentosa avenida Báltica con sus esteras y moteles, algo que no está mal, pero si vemos que toma mayor importancia cuando hablamos en general, es decir por el bien de todos, el egoísmo vuelve a nuestras mentes.

También están los estudiosos por cumplir “¿qué mas quieres papá, estoy en la universidad o no?” los que se conforman con haber pasado por la universidad pero no se dan cuenta que no han recogido ni una piedra de lo que ésta les pudo ofrecer.

En fin, a partir de noviembre si Dios, la plata y la patria lo permiten seré un cachimbo, mi peinado sufrirá un pequeño percance y seguramente mi sangre será alcohol , pero fuera de eso recibiré la responsabilidad que ya mencione , me encargaré de aprender todo lo necesario para poder desarrollar un terreno mas fértil para que mi generación pueda enseñar a sus hijos a caminar sin miedo a caerse.

Es verdad que no todos tenemos las mismas oportunidades, es verdad que hay patas ahora, mientras yo escribo, se lamentan de no poder estudiar, es verdad que la vida no es justa, es verdad que dios es justo, es verdad que no puedo desaprovecharlo, es verdad que si fuera por orden de merito muchos de los que están abajo estarían arriba y muchos de los que están arriba estarían abajo y bien abajo, es verdad que cada vez que escucho a un pata de 15 años teniendo que leer en voz alta par no desconcentrarse o para entender oraciones difíciles me deprimo. Muchas cosas son verdad. Y yo espero ser parte de esa verdad que a veces se presenta como mentira.

2 comentarios:

David Roquentin dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Anónimo dijo...

keep going, david,
just keep going.

vEmos

m.